INDIGENCIA EN CHILE

¿Un problema económico o un problema psicológico?

    Es inevitable vernos en esta sociedad como personas independientes capaces de velar por nuestros beneficios y hacernos responsables de nuestros pesares. Aquello ya es parte de cómo funciona el mundo, cada uno se limita meramente a la autosatisfacción y subsistencia en el mundo productivo, pero hay gente que no tiene estos fines, hay gente que ni siquiera son parte del mundo si es que no nos volteamos a mirarles realmente como forman parte de nuestro propio diario vivir, parte de una comunidad, de una realidad de la que somos parte. Hay mucha gente en las calles que no viven una vida como la imaginamos, como la que nos es normal, viven en las calles, en las casas de acogida, de la limosna y la solidaridad de los movimientos cristianos o aquellos con mayor compasión. Pero es precisamente esa la única postura que podemos adoptar o quizás exista una mejor forma de ayudar, no solo dando un pez al que tiene hambre sino que quizás sea más efectiva la ayuda enseñándole a pescar, dando verdaderas oportunidades para un mejor vivir.